El Seat 850

28.09.2023

La marca estatal SEAT había estado fabricando modelos bajo licencia de FIAT desde 1953, lo que la convirtió en la principal protagonista de la motorización de la sociedad española en un momento en el que las importaciones eran prácticamente inexistentes. El icónico SEAT 600 se convirtió en el primer automóvil para muchas familias, y su éxito fue innegable.

A mediados de la década de los años 60, la oferta de SEAT se componía principalmente del SEAT 600, su variante de cuatro puertas (el SEAT 800) y el sedán SEAT 1500. A pesar del creciente poder adquisitivo de la población, no había muchas opciones asequibles para aquellos que deseaban dar el salto del SEAT 600 a un vehículo más amplio y práctico.

El Seat 850, el hermano del 600

El Seat 850 nació como una evolución del Seat 600, que a su vez era una versión con licencia del Fiat 850 italiano. Este modelo compacto de dos puertas fue un automóvil asequible y popular, diseñado para satisfacer las necesidades de una España en movimiento, en plena transformación económica y social. Durante la década de 1970, el Seat 850 contribuyó significativamente a evolucionar al país muchos fueron los que tras adquirir el seat 600 se lanzaron a por el 850, un vehículo evolucionado y acercar aún más la movilidad a las familias españolas de clase media.

El diseño del Seat 850, a cargo del italiano Dante Giacosa, era sencillo y funcional, con líneas redondeadas que le conferían una apariencia atractiva y amigable. Su tamaño compacto lo hacía ideal para la conducción en las estrechas calles de las ciudades, y su capacidad para acomodar a cuatro personas lo convirtió en un vehículo familiar por excelencia. La parte trasera del coche presentaba una parrilla de ventilación que no solo le otorgaba un toque distintivo, sino que también contribuía a la refrigeración del motor.

El Seat 850, también conocido como el "ocho y medio," es un vehículo que ha dejado una huella indeleble en la historia. Fabricado por la empresa española Sociedad Española de Automóviles de Turismo (SEAT) desde 1966 hasta 1974, fue un modelo emblemático que marcó una época y se convirtió en un ícono de la movilidad en España.

El motor del Seat 850 era un componente clave de su éxito. Equipado con un motor de cuatro cilindros y 843 cc, este automóvil ofrecía un equilibrio entre economía y rendimiento. Era un vehículo eficiente en combustible, lo que lo hacía asequible de mantener para el conductor promedio. Además, su motor trasero y tracción trasera contribuían a una conducción ágil y maniobrable.

A nivel cultural, el Seat 850 se convirtió en un símbolo, durante los años en que este automóvil estuvo en producción, España experimentó una apertura gradual al mundo exterior y un crecimiento económico que trajo consigo un aumento en la demanda de bienes de consumo, incluyendo automóviles. El Seat 850 se convirtió en un símbolo de movilidad y progreso para muchas familias españolas que veían en él una forma de acceder a un estilo de vida más moderno y cómodo.

La producción del Seat 850 cesó en 1974, pero su legado perdura. Aunque el coche fue reemplazado y a día de hoy casi olvidado, su lugar en la historia de la industria española y su influencia en la cultura automovilística del país siguen siendo invaluables. Hoy en día, los entusiastas de los automóviles clásicos aprecian y restauran el Seat 850 como un recordatorio de una época pasada.

En conclusión, el Seat 850 es un olvidado icono que simboliza una época de transformación y crecimiento en una España de transición . Su diseño sencillo, su eficiente motor y su papel en la motorización del país lo convierten en un modelo legendario que ha dejado una huella indeleble en la historia de los automóviles españoles. A pesar de haber salido de producción hace décadas, el Seat 850 continúa siendo un querido símbolo de una España en constante evolución.