La conducción del ocio.

20.07.2025

En la a menudo desconocida historia del automóvil español, hay episodios que merecen ser rescatados del olvido. Uno de ellos es el del SEAT 127 Samba, una singular transformación desarrollada por EMELBA, una pequeña carrocera catalana que supo interpretar los gustos y necesidades del mercado destinado al ocio y tiempo libre durante los años 70 y 80. En este artículo repasaremos un poco de la historia del Samba desde su concepción hasta su legado, centrándose especialmente en la primera unidad producida: el prototipo que aún hoy rueda.


EMELBA y el nacimiento del Samba

EMELBA (acrónimo de "Emilio Loureiro Barcelona") fue fundada en Figueres por Jaime Loureiro junto a Juan Carlos Madriñan y Jorge Bassols. Nacida con el espíritu emprendedor de quienes supieron ver una oportunidad en la transformación de vehículos SEAT, EMELBA se especializó en versiones personalizadas y carrozadas de modelos populares como el SEAT 127, 131 o Panda. El nombre de la empresa se asoció rápidamente con soluciones ingeniosas, diseño práctico y un carácter mediterráneo y funcional.

Inspirado en el Rayton Fissore Scout —un modelo de ocio basado en el Fiat 127—, el SEAT 127 Samba surgió como una versión abierta, ideal para entornos playeros, campings o zonas rurales. Se trataba de un coche ligero, modular, sin puertas convencionales y con techo desmontable, orientado a un público joven y aventurero. El Samba fue montado en tres localizaciones a lo largo de su historia: inicialmente en Panissars, luego en Carrocerías Costa y finalmente en las instalaciones de INDICAR en Arbuçies, lo que muestra la evolución de la empresa en su corta pero intensa existencia.

La unidad protagonista de este artículo no es una más. Se trata del prototipo original y primera unidad fabricada del SEAT 127 Samba. Esta joya histórica fue propiedad del propio Juan Carlos Madriñan, uno de los socios fundadores de EMELBA, y estuvo en su poder durante décadas.

La historia de este ejemplar comenzó a cobrar notoriedad cuando fue mencionada en el n.º 1 de la revista Auto-Inédito de 2014, un especial dedicado a EMELBA. Allí se reveló que el prototipo seguía operativo y en manos de su creador. En 2016, esta unidad pasó a formar parte de la colección "SEAT en Rodaje" gracias a un acuerdo amistoso con Madriñan, quien reconoció el valor de preservar su legado industrial.

La documentación que acompaña esta unidad es excepcional: se conserva la factura original emitida por SEAT a nombre de EMELBA, un testimonio directo de su origen y autenticidad. Además, su estado de conservación, restaurado respetando la configuración original, la convierte en una pieza única del patrimonio automovilístico español.

¿Qué fue de EMELBA?

Pese a su carácter innovador y su presencia destacada en salones y revistas especializadas, EMELBA no logró consolidarse como un fabricante a gran escala. La creciente complejidad del mercado automovilístico, la necesidad de cumplir con normativas cada vez más estrictas y la falta de una red comercial potente fueron factores que acabaron lastrando su continuidad.

En la segunda mitad de los años 80, EMELBA cesó su actividad industrial. Sin embargo, su legado pervive gracias a las unidades conservadas y a la memoria colectiva de los entusiastas. Varios de sus modelos se han convertido en piezas codiciadas por coleccionistas y su historia ha sido recuperada en publicaciones especializadas, como el número dedicado por la revista Auto-Inédito.