Probamos el primer SEAT 127 Samba
Conducir el prototipo n.º 1 del SEAT 127 Samba es una experiencia distinta. Desde el momento en que se arranca su motor, se percibe la ligereza de la estructura y el espíritu desenfadado del vehículo. Su motor, derivado del SEAT 127 de serie, ofrece una potencia suficiente para mover los poco más de 700 kg del conjunto con agilidad sorprendente.
En ciudad, se comporta con soltura gracias a su radio de giro suficientemente amplio y sin lugar a dudas su visibilidad sin igual. En caminos rurales o carreteras costeras, la conducción es una invitación al disfrute: la ausencia de ventanillas y techo convierte cada desplazamiento en una experiencia sensorial. Se siente el viento, se escucha el entorno y se redescubre el placer de lo esencial.
La suspensión, aunque sencilla, filtra adecuadamente las irregularidades del terreno, y el sistema de frenos cumple con solvencia. La dirección no asistida requiere algo de esfuerzo en parado, pero es precisa en marcha. El cambio manual de cuatro marchas mantiene un tacto mecánico directo, perfecto para quien disfruta de una conducción clásica.