Seat 850 Sport Coupé, para marcar la distancia...

Carlos García - Driver Seat en Rodaje

Finalmente en Junio de 2021, el deportivo 850 sport coupé se daba por finalizado el primer paso, el motor volvía a rugir y todos sus componentes se encontraban ajustados y en su sitio, era el momento de salir a la carretera y ver que todo el trabajo había dado sus frutos.

Prueba en carretera

Era un día soleado con una temperatura agradable el Seat 850 sport coupé se encontraba aparcado en la cercanías a Barcelona sin mucho tráfico para disfrutar de este pequeño deportivo, el sol se reflejaba en todos sus cromados, resaltando y siendo el protagonista entre el resto de coches actuales.

Con el juego de llaves en la mano me dirijo hacia la puerta del conductor, con la llave de la época abro la cerradura y me invade el olor a clásico  que desprende de su interior.

Me acomodo en el asiento del conductor, cierto es que cuesta un poco entrar, pero una vez en su interior y acomodado es bastante cómodo para lo que es un coche de 1979, es una posición bastante baja con el espíritu de un deportivo aerodinámico. Antes de arrancar me fijo un poco en todo su interior, el salpicadero limpio y con un aire deportivo, un cuenta revoluciones sin impedimentos ni distracciones, elemento muy importante para un coche de esta gama ya que aporta la información necesaria para que el conductor pueda realizar un adecuado empleo de las marchas.

Arranco el Seat 850 sport coupé, sin ninguna dificultad y el motor empieza a rugir, durante unos minutos dejo que acabe de atemperar para que todas sus piezas cojan la temperatura optima de funcionamiento, momento en el que me abrocho el cinturón, y ajusto el retrovisor y el asiento.

Arrancamos y como novedad de este modelo al igual que el 850 coupé, la primera marcha ya esta sincronizada, y sin más enfilo la carretera y empezamos las pruebas, se trata de un modelo "todo atrás" caja de cambio atrás, motor trasero y tracción trasera, lo que podía predecir que sería muy divertida su conducción.

Recorro las carreteras interiores de Olivella, Sant Pere de Rives, Caneyes hasta Vilafranca del Penedès, durante aproximadamente dos horas y no ha dado ningún tipo de avería, solo me ha aportado diversión y conducción de verdad, solo estoy yo, el coche y la carretera, reducción en una curva aceleración en la salida, el coche responde sin problemas, durante el recorrido me he encontrado varios transeúntes y ciclistas que me han parado para preguntar sobre este coche y felicitarme por mantener viva, " siempre es gratificante ver un coche de estos circulando aún", " eso era conducir...", " el primer coche que compré como me arrepiento de venderlo".. son algunos de los ejemplos de las conversaciones que he tenido.

Me llama la atención lo estable que es en todas las variantes, tanto en rectas como sorprendentemente en las curvas donde un buen conductor le puede sacar todo su potencial.

Llegando a Vilafranca del Penedés, me espera el Fleet manager de la colección, donde tenemos que hacer el relevo de conducción, ahí me despido de este Seat 850 sport coupé y amigo que espero volver a conducir próximamente....

Consumo

Partimos de la base que es un coche deportivo y pretender que un deportivo gaste poco es ingenuo. En un régimen de paseo, es decir un uso moderado tiene un consumo de unos 7l/100km, pero cuando le pides un régimen más alto de motor que es una zona de trabajo habitual, el consumo se eleva entere los 10-11L /100km

¿Es un coche de 4 plazas?

Esta vendido como un 4 plazas, aunque en la realidad es un coche de dos plazas, las plazas traseras son pequeñas e incómodas en las que no pueden viajar dos adultos si no es por una mera emergencia y un trayecto corto, ya que no hay espacio para las piernas y la cabeza suele ir tocando el techo constantemente, por lo que podemos concluir que el el Seat 850 sport coupé es un dos plazas con dos niños atrás.

En conclusión...

Como conclusión final,  la sensación respecto a un utilitario que podrás tener, son muy diferentes. En este modelo puedes ver la deportividad, la aerodinámica y la vigorosidad de un motor, donde en la época era un coche para presumir.

Las pruebas en carretera se realizan en carreteras abiertas al trafico, respetando las señales viales, velocidades establecidas sin entorpecer o molestar el resto de usuarios de la vía.