Un trozo de su historia

14.12.2011

Esta historia esta narrada por el Sr. Sebastian Galera, el que fue uno de los propietarios del Seat 600 B-151.516, desde aquí deseamos agradecerle públicamente su dedicación y amabilidad.

Texto: Sebastian Galera.

Era una fría mañana de Domingo, en el invierno de 1994, cuando circulando por la C - 17 ( sentido Puigcerdà ) a la altura de la localidad de Aiguafreda pude ver a lo lejos un patio con varios coches. En aquella época tenía la costumbre de fijarme mucho en los márgenes de las carreteras por las que transitaba. En ese momento no dije nada a mi acompañante (mi mujer), pero al día siguiente volví a la mencionada localidad.

Siguiendo la carretera que pasa por el interior de la población pude localizar la casa y el patio con los coches. Había varios vehículos modernos, unos enteros y otros con golpes, el Seat 600 del 57, un Seat 800 (matrícula 353...) de color granate y una grúa de coches por arrastre. La casa estaba deshabitada, de manera que tenía que pensar cómo localizar al dueño de los vehículos. En la grúa había un número de teléfono de asistencia que resultó ser de un mecánico del pueblo, el Sr. Rossend Giralt (no sé si aún existe). Me atendió muy amablemente y me dijo que los coches eran suyos y enseguida le pregunté por la posibilidad de adquirir el 600. Me pidió por él 30.000 pesetas, dándome facilidades para comprar también el 800. Finalmente me interesó sólo el 600 ; acepté el precio y el viernes de esa misma semana recogí el coche y los pocos papeles de que disponía el Sr. Giralt .

Ya en Terrassa, el coche se lavó y aspiró a conciencia. Lo tuve unas semanas en el aparcamiento de casa y luego lo llevé a un par de talleres para presupuestar la restauración. El primero no quiso darme precio y el segundo me dijo que alrededor del millón de pesetas. Debía adelantar el cincuenta por ciento y el resto conforme fuera avanzando la restauración.

Reconozco que el coche tenía mucho trabajo pero me pareció un precio excesivo que yo no podía asumir, de manera que lo aparqué en un garaje durante unos seis o siete meses. A principios del año 1995 y viendo que no iba a afrontar su reparación, se me presentó la oportunidad de hacer una operación de cambio (en ésa época estaba " enfrascado " con los Mini) y lo entregué a un compraventa de Martorell llamado Joan Gibert que también restauraba todo tipo de vehículos clásicos y antiguos.

Fue esta persona quién vendió el coche a Albert Arnau, al que yo ya conocía por su tienda de recambios "Recanvis Albert" sita en el Pol . Ind . Segle XX de Terrassa. En esa época Albert ya había iniciado su actividad con los 600 ("600Tot"), abriendo un precioso taller de reparación y restauración de estos coches en una nave industrial sita en una antigua fundición de la familia Abad, en la Carretera de Montcada número 584. Al frente del taller tenía al Sr. Agustí, excelente profesional dedicado muchos años a la automoción y que aún es posible encontrarle en las reuniones de los Seat 600 del "Clàssic Motor Club del Bages" como, por ejemplo, en la anual que se celebra en Callús.   Después derivaría casi la totalidad de su actividad a los "Abarth" , transformando 600 e importando material desde Italia .

Sebastián Galera, uno de los propietarios del B-151.516